Cuando soñamos y cuando lo rememoramos. Dos instantes, dos momentos, intercalados en el tiempo. Con un sólo objetivo. Pero el sueño puede darte en cualquier momento. Incluso en una sesión en el gimnasio. Abstraerse, evadirse por unos instantes. Relajada sin importarle lo que ocurre a su alrededor.
Pero también pueden ser sueños de grandeza. De nuevos retos. De estreno en una nueva categoría con un equipo relativamente pipiolo, para dar salida a las jugadoras de base. Aunar talento y experiencia en un sólo equipo.
Plantear la jugada soñada, el pase acordado en el lugar y el momento adecuado, en el último segundo de un encuentro, que permite alcanzar un título es la jugada soñada por mucho entrenadores. Llevar a buen recaudo la jugada marcada en la pizarra es un sueño posible.
Como también lo son las de estas jugadoras infantiles. Alguna jugadora de renombre en la que fijarse, bien del club o de otras categorías. A la que poder emular e imitar para seguir progresando.
El espectro de colores que simbolizan estas zapatillas sobre el balón supone un sueño de entusiasmo, vitalidad, prosperidad y energía. A modo de arco iris, sus movimientos se desplazaran de forma itinerante por la cancha.
En lo que se refiere a nuestros Decreta particulares en su artículo VIII dice lo siguiente:
Ordene también que nadie dejase de soñar ni creer en sus posibilidades,
Concluyo con esta canción de Rosana.